Esta exposición explora el culto, la simbología y las prácticas funerarias asociadas a los gatos en el Antiguo Egipto. A través de objetos arqueológicos como momias felinas y sarcófagos decorados, se revela el papel del gato no solo como animal doméstico, sino como entidad sagrada vinculada a las deidades, especialmente a la diosa Bastet. Los elementos presentados forman parte de colecciones museísticas que evidencian la compleja relación entre humanos y gatos en las civilizaciones faraónicas.
